25.9.08

...las doy por expresadas.

Yo hago juramento al criador de todas las cosas a los santos cuatro evangelios, donde más largamente están escritos, de hacer la vida que hizo el grande marqués de mantua cuando juró de vengar la muerte de su sobrino valdovinos, que fue de no comer pan a manteles, ni con su mujer folgar, y otras cosas que, aunque dellas no me acuerdo, las doy aquí por expresadas, hasta tomar entera venganza del que tal desaguisado me fizo.
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¿que no sabes quejarte?

Como todos vosotros ya sabréis, ser extranjero en España no siempre es lo más fácil. La mayoría de vosotros ya lleváis un par de semanas aquí y con buena razón os sentís cada vez más seguros de vosotros mismos mientras vais desarrollando las varias destrezas de la lengua. Una habilidad (y para algunos todo un arte) a la que no se suele prestar mucha atención es la de quejarse. ¿Sabéis quejaros en español (o en inglés, ya que estamos)? Al igual que redactar bien o emplear correctamente el subjuntivo, quejarse es una herramienta primordial para quien quiera dominar una segunda lengua, y teniendo en cuenta que en donde haya guiris y sean habituales los problemas de comunicación, también habrá la posibilidad de engañar y ser engañado. Dicho todo esto,
¿Habéis sentido alguna vez que os han dado coba en un restaurante? ¿Os han tratado de una forma maleducada sin razón?  ¿Han intentado aprovecharse de vosotros en una empresa con una factura desorbitada, un servicio deficiente o un producto en mal estado? Pero, ¿es que aquí no se sabe que el cliente siempre lleva la razón? Desgraciadamente, como regla general en este país ese dicho se desconoce, al igual que el típico extranjero tampoco suele saber defenderse o quejarse de una forma eficaz. Pues, dejemos de ser víctimas y mostremos que no somos tontos. Os voy a proporcionar tres mágicas palabras muy poderosas e imprescindibles a la hora de quejarse que todos los guiris deberíamos saber/memorizar/tener tatuadas en nuestras espaldas antes de salir a la calle: Hojas de reclamaciones.

Ahora os estaréis preguntando ¿cuáles son estas hojas mágicas? Pues, una ligera búsqueda en google nos revela que son una forma oficial de reclamar (quejarse) y un derecho básico (incluso para los guiris) aquí en España. Asimismo, dejan constancia de los engaños e injusticias en el comercio y, en teoría, ayudan a que no se repitan. Dicho de otra forma, es una manera de protegernos y asegurarnos de que nos traten justamente. En muchos casos los empleados/dueños/técnicos se sorprenderán al ver vuestro conocimiento del sistema español y puede que con nada más mencionar la hoja de reclamación dejen de intentar aprovecharse de vosotros. ¿Y si no es así? A continuación tenéis unos pasos a seguir en el caso de tener que hacer una reclamación.

1. Solicitar las hojas de reclamación:
Cada establecimiento está obligado por ley a proporcionar una hoja de reclamación en el momento de ser solicitada. Os habréis fijado en los letreros de muchos bares, por ejemplo. que ponen algo parecido a “Este establecimiento dispone de hojas de reclamaciones a disposición del cliente.”  Pues, nada más hay que pedir un juego de hojas de reclamaciones y por ley os lo tienen que dar. Si se niegan podéis poner una denuncia en la Comisaría de la Policía o en las dependencias de la guardia civil (¡esto va en serio, eh!)

2. Rellenar la reclamación:
Aquí tienen que aparecer algunos datos fundamentales: Nombre y apellido(s) del consumidor, domicilio del consumidor, número del Documento Nacional de Identidad (nosotros tendremos el NIE) o el pasaporte, los hechos que han motivado la queja y la fecha. Luego, la empresa se queda con una copia y el cliente se lleva dos (suelen ser de color blanco y rosa) y es su responsabilidad remitirlos al servicio territorial de consumo (hablad con Carlos Jurado si tenéis dudas).

3. Esperar:  
Al ser realizada una reclamación, la empresa dispone de 10 días para contestar o no,  (en este momento se suele ofrecer algún tipo de recompensa para evitar que se siga al próximo paso) y el cliente puede o bien llegar a un acuerdo con la empresa o bien denunciarla oficialmente.

Esperamos que  nunca tengáis un problema tan grave que requiera que solicitéis las hojas de reclamaciones, pero es importante que estéis informados por lo que pueda pasar, y así en el caso de que hiciese falta, sabríais exactamente lo que tenéis que hacer y cuáles son vuestros derechos. Para más información contactad con Carlos Jurado (cjurado@middlebury.edu).

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23.9.08

Quijote

yo no podre afirmar si la dulce mi enemiga gusta,
o no, de que el mundo sepa que yo la sirvo; sólo sé decir,
respondiendo a lo que con tanto comedimiento se me pide,
que su nombre es dulcinea; su partia, el Toboso, un lugar
de la mancha; su calidad, por lo menos, ha de ser de princesa,
pues es reina y señora mía; su hermosura, sobrehumana,
pues en ella se vienen a hacer verdaderos todos los
imposibles y quiméricos atributos de belleza que los poetas
dan a sus damas: que sus cabellos son oro, su frente campos
elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus
mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su
cuello, mármol su pecho, marfil sus manos, su blancura
nieve, y las partes que a la vista humana encubrió la honestidad
son tales, según yo pienso y entiendo, que sólo la
discreta consideración puede encarecerlas, y no compararlas.
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